El "colorao" es acriollado como buen peruano pero también temeroso de las leyes como buen americano. Y el problema que tenemos de cara a las elecciones del 2016, es que el resto del menú está compuesto por gente de más o menos similares características a las del peruano promedio, por más que en él se encuentre una china, pues a pesar de su filosofía oriental, tiene demasiada influencia de papá Alberto, el que resultó más vivo que todos nosotros, pues nos endilgaba la yuca en cuanta ocasión se le presentaba. 

De modo que en este caso la duda favorece a PPK. De los demás ya sabemos qué debemos esperar, con el "colorao" tenemos la posibilidad de encontrarnos con algo nuevo, que tal como están las cosas, peor de lo que ya hemos tenido difícilmente puede ser.

También el cuy ofrece una característica que, dada la experiencia que tenemos en este campo, en él no resulta mala: su capacidad de rectificarse sobre la marcha. ¿Viveza o autoestima? Por lo menos demuestra falta de complejos, pues eso de defender nuestras ideas contra viento y marea, a pesar de que la realidad nos demuestra que estamos equivocados, no es otra cosa que el temor de sentirnos disminuidos si es que aceptamos nuestros errores.

Otro punto a favor es su paso por gobiernos anteriores como Ministro de Economía. Todos podemos apreciar como la economía nacional, aunque no nos contente como debería hacerlo, nos convence que es es una de las pocas cosas que deben mantenerse. Mejorarse, si, pero mantenerse. Por eso, cuando PPK ofrece algún tipo de ajuste en las formas de su manejo, con intención de mejorar su efecto sobre la ciudadanía, tiene todo el derecho de que le creamos porque su oferta es la de un conocedor de los avatares de la ciencia más fregada que conforma el arte de gobernar.

Si bien es cierto que su edad es un handicap en contra, a poco que se cuide bien el "colorao", que no abuse de su físico en la campaña, que se abrigue bien y tome sus mates calentitos al meterse en el sobre, podemos tener presidente para todo el ejercicio. Y además todo indica que el hombre es bien mosca y desacomplejado para armar cuadros de trabajo, por lo que no sería extraño que llame a su lado a gente preparada y eficiente, que comparada con la que hemos venido teniendo en los últimos años, no cabe duda que representaría una enorme salto hacia adelante.

Otro de los puntos a favor del inefable cuy, es su carácter flemático que lo asemeja más con un líder inglés, de modo que ante cada ataque en campaña, lo único que podemos esperar es su respuesta cachacienta que a los peruanos nos encandila, porque trae inmersa toda la enjundia, picardía e ingenio que siempre ha caracterizado al tipo simpaticón.

Esta somera radiografía del "colorao" frente a su campaña para la presidencia del Perú 2016-2021, intenta explicar, sin ánimo de debate, la fortaleza de PPK como candidato. Todo esto ya debe haber sido suficientemente valorado por Favre y es más que seguro que el brasileño debe haber visto que con un manejo adecuado, esta candidatura ofrece un elevadísimo porcentaje de posibilidades a favor. Yo, por mi parte, conforme he ido extrayendo estas conclusiones, he ido también sintiendo que me atrae esta aventura, porque me da la impresión que, frente a un triunfo de PPK en las ánforas, son mejores las posibilidades de que sea para bien antes que para mal del Perú.