Ya nos tiene acostumbrados PPK a sus exabruptos que remueven los cimientos de nuestra sociedad pulquérrima, que suele escandalizarse con periodicidad muy breve porque siente que afecta demasiado a sus rígidos principios éticos y morales. Esto no debe llamarnos la atención porque la beatería, la huachafería y la hipocresía no renunciarán así nomás a su limeñísima, sino peruanísima tradición.

Hay que tomar en cuenta que el gringo no es un experto en los dichos peculiares del peruano criollo y florero, y por eso, por tratar de encajar en ese modelo, suele patinar cada vez que quiere ponerle la nota de humor y desinhibición a frases que no ha manejado "en su perra vida".

La alusión al fume de un porrito tiene su sustento en otras frases comunes como "una vez al año no hace daño" o "tirar una canita al aire" .Nuestro inefable presidente organizó la idea en su creación de que el fumar un troncho no es el fin del mundo.

No hay que hacer tanto barullo, y menos los políticos que deberían ser más comprensivos y tolerantes. La anécdota me hizo recordar el cuento del gringo que en una reunión social escuchó decir "más vale tarde que nunca" y se dijo para sus adentros "Ou, que bien, clarou, mejor algún día que nunca" anotando mentalmente el aforisma para usarlo en debido momento. Y en otra oportunidad escuchó decir el refrán "más vale pájaro en mano que ciento volando" y también le pareció estupendo, por lo que se dijo "va pa´la peña". Y en una ocasión distinta en que llegó un poco tarde a una reunión social, se le cruzaron las ideas al gringo y se excusó diciendo "¡más vale llegar tarde que con el pájaro en la mano!". 

Por lo que viene produciendo PPK, no sería raro que el gringo del cuenta fuera él. Por lo tanto, hay que otorgarle el beneficio de la duda (con respecto a su uso canchero de citas de corte campechano)