Va y viene sombrío y no puede ser de otra manera cuando toda lo oposición le ha soltado a sus mastines. Es que en la "opo" están afiliados todos los corruptos, los ilegales, los informales, todos aquellos que se han acostumbrado a que el país sea su chacra o por lo menos la tierra de nadie donde cada cual puede hacer lo que le da la gana. Meter en vereda a tanto desfasado es, por lo visto, una tarea casi imposible, porque ellos cuentan con el apoyo de la caja de resonancia representada por la prensa y la tv basura, que también sobreviven gracias a ello, pues el statuo quo para todo este sector social no es negociable.

El fujimorismo está jugando sus cartas sin tregua ni dispensa. Están empeñados en reforzar la cortina que cubra el recuerdo de los años espantosos de su reinado, y para eso quieren meter a todo el mundo en el mismo saco. Así, en la dirección de Perú21 no hay vergüenza en minimizar los actos de corrupción de aquella época sombría, al reclamar que ahora no caen los corruptos a pesar de que "fujimoristas que cayeron por US$ 3,000 pasaron hasta 8 años en la cárcel" ¿¡Qué cosa!? ¿En los paquetes de billetones que se entregaban en el SIN, y que se los llevaban en talegas, solo había 3,000 verdecitos?. ¡Oye, no te pases, no juegues así con la memoria de los que vivimos y vimos toda esa feria!

Pero en fin, eso no es sino la punta del iceberg. El capitán Carlos puede ir todo lo sombría que quepa, pero es el PJ el que debe determinar todas las responsabilidades. Ni el odio de las mafias debería permitir que el valor supremo de la familia se haga flecos, al pretender que los padres y hermanos de Humala lo señalen de asesino. ¡No se pasen, respeten por lo menos esos lazos! Cuando llegan hasta estos límites, demuestran muy a las claras la total falta de valores y principios. Un padre o un hermano lo más que puede hacer es decir "esperemos el veredicto de los jueces", porque cuando se han erigido ellos mismos en jueces se han entronizado los peores sistemas políticos del mundo, como el nacional socialismo y los gérmenes del comunismo, o las mismas mafias sicilianas.

Todos los que se adhieren a estas prácticas son ciegos respecto a lo que puede depararles el destino a la vuelta de la esquina. Y allí se generalizará la gente sombría. Los dedos señalarán a los que van en todas las direcciones al grito de ¡BASOMBRÍO!