#ElPerúQueQueremos

Se esfuerzan por pasar por imparciales pero llevan la K en la frente

La idea es transmitir sus ideas y preferencias de forma camuflada

Publicado: 2017-06-05

Hay demasiados indicios de la existencia de una gran campaña para mantener con vida la idea de una candidata fuerte y con opción segura para ser la próxima presidenta del Perú. Pero para eso introducen subrepticiamente sus comentarios disfrazándolos de imparciales, aunque una suspicaz observación de los mismos lleva siempre a la conclusión que a la susodicha la tratan con guantes de seda y al gobernante con machete.

Además el tema es demasiado obvio como para no darse cuenta del juego: La candidata permanece calladita y no solo no baja ni permanece establece en las "encuestas", sino que por obra de birli birloque cada vez sube sin hacer nada. Misterioso enigma.

Pero lo peor es el apoyo incondicional de todos aquellos que fungen de politólogos de prestigio. ¿Cómo se puede entender que le tengan tanta fe y respaldo a alguien que no exhibe mayores pergaminos? Porque, aunque se tratara de alguien con quien no comulguemos pero sus atributos, aunque nos resultaran repulsivos, sean de público dominio, justificaría una preferencia de algunos o de muchos. Pero, ¿alguien que no muestra nada en su curriculum puede despertar esa apasionada aprobación de gente que se proclama como muy entendida y muy preparada? Eso ya parece servilismo, más propio de una dinastía monárquica donde la hija del emperador es naturalmente adorada por sus súbditos. O tiene una explicación no muy santa, donde se pueden mover intereses bien definidos.

Inclusive las movidas se hacen cada vez con mayor desvergüenza: el colmo ha llegado con la publicación simultánea de dos encuestas sobre la aprobación del presidente, una muestra 35% de aprobación y la otra 45%. Bueno, si estamos en la tierra de la ignorancia total podemos aceptar tremendo bache, pero los que algo entendemos sabemos que eso es imposible, por más que se inventen las explicaciones más descabelladas. 

La campaña de desprestigio al presidente ingresa, como no, a su programa televisivo "Conversando con el presidente". A todo trance lo pintan como un fracaso total. ¿La intención? Que lo descontinúe. ¿Motivo? El miedo, porque de todas maneras es una forma de llegar al público, aunque sea en escasa proporción. Total, todo puntito de aprobación suma y eso los desequilibra mentalmente cada vez más.

Algo observado a través de los años es la incondicionalidad de los individuos de ascendencia japonesa con respecto a la figura del ex presidente Fujimori. Nunca se escuchó ni se escuchará una sola censura a lo que fue su paso por la presidencia, es decir, la etnia tiene un valor para ellos que está por encima del juicio razonable que hace todo ciudadano bien intencionado sobre el actuar de sus gobernantes. Observemos con atención los esfuerzos que hacen para justificar a su partido, sin afectar la "buena imagen" de la lideresa. Además, pasan piola porque la mayoría de los ayayeros no son de etnia japonesa sino bien chola, es decir, bien peruana desde las mismas raíces.

Por último, los temas negativos de la gran mayoría, la que compone Fuerza Popular, son manejados con mucho cuidado para evitar molestar a la gran emperatriz. Si no, veamos como se van manejando las acusaciones contra los congresistas Becerril en la empresa azucarera Pucalá y Melgar por un tema de título profesional dudoso.

Ojalá que los asesores de PPK le hagan notar estas incongruencias (aunque lo más seguro es que cuando nosotros vamos de ida, él ya está de regreso) para que no afloje las bridas, sino más bien aguijonee al caballo para que empiece a avanzar cada vez con mejor galope y velocidad.


Escrito por

Julio Andre Checa

Cambiar es lo que necesitamos con urgencia. Aceptemos el cambio apoyándolo y promoviéndolo. Poco o mucho, como corresponda, pero cambiemos


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Rigor y monerías

Análisis y comentarios con énfasis en temas políticos, culturales, deportivos y del día a día.