Parece que empieza a abrirse paso la razón a través de voces más serenas y centradas que aconsejan ubicar las cosas en su debida dimensión y en su debido contexto.

Y claro. Pura Vida no ha salido recién al mercado, pero bastó una información de otro país para que la reacción de los politiqueros y los chismosos medios de comunicación encontraran carnecita propicia para sus hambres, que aunque siendo de diferente origen, llevan a los dos grupos a prenderse del tema para armar el tremendo chongo.

Claro que está mal que Gloria (lo mismo que otros productores) promuevan la venta de sus productos proclamando parámetros que no se condicen con la realidad. Pero peor está aventarse con garrotes y látigos sobre las autoridades de diferentes instituciones que tienen que ver con los controles públicos de los mismos, pero a los que no corresponde en verdad el pecado cometido porque este viene de atrás.

Si bien se les debe exigir las medidas correctivas y las sanciones correspondientes a los infractores, resulta absurdo, por decir lo menos, que a las autoridades actuales se les quiera achacar negligencias ajenas. Bien sabemos que si no llega la noticia desde Panamá prohibiendo la importación del producto "Pura Vida", acá seguiríamos todos bien, gracias. Por eso, llamar al presidente de Indecopi al Congreso de la República para llenarlo de improperios y pedir su renuncia inmediata por llegar un poco tarde a la cita (¡qué tal lisura de faltar así el respeto a los padres de la patria!) a pesar de estar enfermo es simplemente un reflejo del ¡PURA VIDA! de Clavillazo que se ha entronizado hace ya bastante tiempo en nuestra patria.

A donde sea que volteemos la mirada encontraremos la vigencia del ¡PURA VIDA! de Clavillazo. El director de Perú21 se desgarra las vestiduras porque no los traen a Toledo y a Humala (contra los que hizo sendas campañas por las que esperaba alcanzar meritoria actuación periodística) para que los metan presos provisoriamente pero no dice ni pío de la liberación de Félix Moreno. Y digamos que para todos estos casos es aplicable todo el proceso que explica muy bien didácticamente el Dr. César Nakazaki,  forma parte del debido proceso. Pero no, ¡PURA VIDA! de Clavillazo.

El inefable alditus se desgañita gritándole "¡bruto!" a todo el mundo, apelando al escaso IQ de los auquénidos de Perú, y no sabemos de donde le viene esa autoridad de juicio en este tema, cuando bien recordamos que Verónika Mendoza lo revolcó en tv a la vista de todo el público, cuando el inefable intentó afectarla hablándole en francés y ella, muy dueña del IQ que le corresponde, le contestó en quechua, desarmándolo por completo y hundiéndolo ante la mirada acusadora y conmiserativa  de su compañera de programa Mónica Delta. ¡PURA VIDA! de Clavillazo.

Ahora mismo, escribiendo estas líneas yo se muy bien que no las lee nadie porque a la gente ya no le importa nada que se mezcle con la política. Pero la esperanza es que aunque sea cuatro gatos lleguen a hojear estas notas (que no se pueden hojear porque no hay páginas, en todo caso las ojearán) y se pueda siquiera sembrar un granito de dudas y observaciones a los temas que pocos manejan hoy en día, con énfasis en los políticos profesionales que viven de eso. Por lo tanto, esta intención es también otro detalle del ¡PURA VIDA! de Clavillazo imperante en el Perú, y que el tema de otro "Pura Vida", el de Gloria, puede permitir sacarlo a la luz con más claridad, para que tome vigencia la idea de que todo, a nuestro alrededor, no es otra cosa que el retorno multitudinario de un ¡PURA VIDA! de Clavillazo que es simplemente nuestro actual propio statu quo.