Hemos llegado a una definición increíble en la clasificación para el mundial de fútbol de Rusia. Nadie hubiera imaginado, no digamos al inicio de la extensa rueda de clasificación, sino incluso después de varias fechas de iniciada la confrontación más cruenta en la clasificación de países para la ronda final en Rusia, que se llegaría a una final tan espeluznante y fantástica como la que nos espera a todos los hinchas sudamericanos el día de mañana, martes 10 de octubre del 2017.

Esto parece una verdadera guerra mundial reservada a un espacio bastante grande del globo terráqueo, el que corresponde a Sudamérica. Y es que, aparte de cinco equipos directamente comprometidos con su propia clasificación, hay otros tres que lo hacen indirectamente porque fungirán de jueces para ayudar a determinar quienes van y quienes no. Estos tres son Brasil que decidirá la suerte de Chile, Venezuela que hará lo propio con Paraguay y Ecuador que le tomará el pulso a la Argentina. Es decir, ocho de los diez países tienen papel estelar en esta guerra sin tregua que mañana hará retumbar este sub continente americano.

Solo dos países harán verdadero deporte mañana, son Uruguay y Bolivia, cuyo resultado no afectará mayormente la clasificación final, salvo un resultado que ya esté más allá de lo que la razón acepta. Los otros ocho se trenzarán en peleas encarnizadas, pero ninguna como la de Colombia con Perú, porque es la única lucha en que se enfrentan dos rivales que pelean por su propia clasificación.  En cambio Brasil, Venezuela y Ecuador van a intentar cumplir simplemente con su rol de VERDUGO.

Ojalá que esta guerra mundial de mañana martes no deje bajas considerables en los bandos en pugna, y hagamos votos para que después de las luchas encarnizadas, se haga la paz sobre la tierra, amén.