Cualquier persona nacional o extranjera que tenga algo de sentido común puede dar su veredicto sin mayor esfuerzo: es un país carente de gente preparada cuya ignorancia se nutre de sus limitaciones mentales. Es decir, el famoso IQ determinado mediante los tests tradicionales con las modificaciones actualizadas que se quiera incorporar, nos mostraría con toda seguridad que la incapacidad que no nos permite desarrollar adecuadamente los valores mínimos requeridos para estructurar criterios, sentido común, percepción, organización, deducción, etc., tiene su origen en los ínfimos niveles de inteligencia que predomina en todas sus capas sociales, con énfasis en las capas inferiores.

Aunque resulte atrevido estimar con aproximación muy elástica la composición de nuestra población clasificada según el IQ imperante en cada estrato, me atrevería a señalar, de manera enteramente empírica y basada simplemente en la percepción de lo que se siente en el día a día, los siguientes porcentajes estimados de nuestra población total:

- Casi nulo    5% ... - Muy Inferior   35% ... - Inferior   20% ... - Normal   30% ... - Superior    8% ... - Muy Superior   2% ...  - Genial   0.0001%

Ojalá que mediante una combinación de factores, indagaciones y deducciones se pudiera desarrollar una encuesta para tener cifras científicamente corroboradas. El asunto es que mi idea me sugiere que el resultado se encontraría dentro de una tendencia que estaría guardando relación con los porcentajes arriba señalados.

Y creo, y en esto no tengo la menor duda al respecto, que esa confirmación nos abriría mejor los ojos para entender toda la problemática que envuelve a nuestro país, comenzando desde el ámbito político, pasando por el empresarial y siguiendo por los diferentes aspectos de la vida en comunidad.

Dicho sin intentar dorar la píldora y asumiendo la indignación que un pronóstico así pueda causar en el corazón de nuestra población, el resultado seguramente nos estaría indicando que lo que nos pasa es lo que le ocurre naturalmente a un país habitado mayormente por gente intelectualmente incompetente, en castizo criollo por brutos. Esto resulta tan ofensivo como señalar "Perú, país de violadores" y es porque los ofendidos son primordialmente los brutos. Bueno pues, lo que natura non da Salamanca non presta.

¿Entendemos ahora por qué estamos en un trance de vacar a un presidente de la república? ¿Entendemos también donde se encuentra la punta de la madeja que nos lleva inexorablemente a la corrupción , a la "viveza"? Así es, así es, y si no colocamos nuestra estupidez colectiva en el lugar que le corresponde al hacer el análisis de nuestras desgracias, la mochila seguirá creciendo hasta hacer el peso insoportable, momento en que no sabemos quien vendrá a quitárnosla ni a qué precio.