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El verdadero rostro del Perú

¿Cual es, el conflictivo o el conciliador?

Publicado: 2017-12-27

No tengo dudas de que el verdadero rostro del Perú es el que están proyectando PPK y Alberto Fujimori: amistoso, comprometido, principista. Es el rostro que nos legaron nuestros héroes, el del sacrificio por la patria.

PPK se la ha jugado por otorgar el indulto y Fujimori ha pedido el perdón y mostrado su agradecimiento. El alegato de los opositores al indulto, de que se ha tratado de un toma y daca, no necesariamente es correcto: Hacía ya buen tiempo que se venía mencionando de que el indulto era inevitable, es decir, desde antes de que la vacancia estuviera en la agenda del día. Entonces cabe la posibilidad de que PPK haya creído que era llegado el momento de otorgarlo para que fuera parte del arreglo que asegure la gobernabilidad. Si su percepción o su tincada fue acertada solo lo sabremos en el curso de los días.

No olvidemos que nuestro héroe máximo, el almirante Grau, inmortalizó sus hazañas cuando les agregó la caballerosidad que lo hizo destacar en la historia universal. La devolución de las prendas de Arturo Prat a su viuda chilena, junto con la carta que pintó de cuerpo entero a nuestro glorioso guerrero, hubiera desencadenado hoy en día el repudio popular, cuando nuestra gente con sus políticos y comentaristas a la cabeza dejan que sea el hígado el órgano que controle sus emociones, en vez del cerebro y el corazón. Manuel Gonzalez Prada, nuestro genial defensor de la dignidad nacional, dijo de Grau "Humano hasta el exceso, practicaba jenerosidades que en el fragor de la guerra concluían por sublevar nuestra cólera. Hoi mismo, al recordar la saña implacable del chileno vencedor, deploramos la exajerada clemencia de Grau en la noche de Iquique. Para comprenderle i disculparle, se necesita realizar un esfuerzo, acallar las punzadas de la herida entreabierta, ver los acontecimientos desde mayor altura."

¿Nuestros políticos están viendo el otorgamiento del indulto por parte de PPK y el  pedido de perdón y el agradecimiento de Fujimori desde mayor altura? ¡No, no pueden! Su chatura es de tal magnitud que no están capacitados para bañarse en un compromiso por la patria, sino solamente para mascullar su enojo y mostrar la dureza de sus sentimientos.

La cara de la indignación que pretenden mostrar los que claman por la justicia sin otorgamiento de perdón, no muestra otra cosa que la pose para impresionar a los que fungen de "luchadores sociales" cuando en el fondo lo único que quieren es hacer puntos con los electores renuentes a aceptar el indulto. La cara de indignación limpia, transparente, sincera, tiene que tener necesariamente los rasgos que mostró el Dr. Valentín Paniagua ante Nicolás Lúcar cuando este lo hizo blanco de acusación ruin. Ninguno de los rostros que se pintan en las fotos y en la Tv, correspondientes a los "seudo" campeones de nuestra dignidad que buscan cámara para la pose, convencen, porque en sus alegatos solo manejan el aspecto formal pero no el del fondo del asunto.

Estos "campeones" con seguridad clamarían ante Salomón para que haga cortar al niño disputado por la madre y la impostora, entregando el pedazo del cuerpecito que le correspondiera a cada una, basándose en que la justicia promovida por el rey sabio, era la que debería respetarse, sin pensar si detrás de este acto no cabría una mejor interpretación de lo que debiera ser la aplicación de la justicia.

En el caso real y actual que se maneja para censurar el indulto, se apela al dolor de los deudos. Por supuesto que este existe y no se puede pisotear, pero seguramente que habrá más de uno dispuesto a otorgar el perdón en nombre de la víctima de la barbarie, como un tributo póstumo a la muerte del ser querido. Corresponde al estado otorgar la compensación económica a los deudos, que aunque no alcanza para curar el dolor de la pérdida, por lo menos servirá para paliar necesidades que permitan a esas familias alcanzar un desarrollo que sería como un soplo de vida que llegue desde el más allá para que sientan que el sacrificio de sus muertos les está otorgando a los vivos un medio de subsistencia que los haga sentir que aquellos siguen a su lado como fieles celadores de su seguridad.

No es necesario que el ex-presidente se encuentre en el último trance de su vida para otorgarle el indulto. Para un hombre de esa edad es lo mismo que el indulto se le otorgue a los 80 que a los 83, 88 o 92 años. Distinto sería si se estuviera hablando de un hombre joven, de 27, 35, 45 o 52 años. Si no se otorgaba ahora se corría el riesgo de que el indulto le fuera conferido como merced póstuma, para que el cadáver saliera del encierro en calidad de "libre" pero como una mención simbólica. Eso no les importa a los campeones de la justicia, con encogerse de hombros y decir "mala suerte, pe", asunto terminado. Evidentemente a PPK si le importa un poco más, porque al fin y al cabo los mismo que se oponen ahora serían los primeros en señalar la cobardía de PPK al no haberse atrevido a hacerlo. Es el juego de los políticos, todo ganancia pura sin arriesgar o poner algo de su parte.

Si nuestro pueblo en vez de clamar "¡qué anulen el indulto!" dijera "bueno, alguien tenía que ponerle el cascabel al gato", estaría aceptando que a un tema tan controvertido es bueno encontrarle algún aspecto positivo, en este caso para nuestra patria. Volteando la página hay que trabajar por sacar a nuestra nación del empantanamiento que amenaza con paralizarla, y para eso ya se cuenta con el ofrecimiento del ex presidente Fujimori de interponer sus buenos oficios para a su vez redimirse de sus acciones que lo llevaron a donde está. La voz en contrario, si miran con detenimiento, viene de los eternos perdedores, aquellos que nunca aciertan una porque su fuerza se basa solo en la mala fe, el odio, la intriga, el cálculo de sus ganancias. Revisen con atención de donde viene las voces discriminatorias y verán que emergen de pechos que nunca se han destacado ni por sus buenas acciones, ni por el amor, la fraternidad, la comprensión, ¡la inteligencia!. No, no, ell@s no juegan así, son solo las arpías, los espiritus tenebrosos del mal, los que no conocen la palabra perdón o si la conocen solo es aplicable a su favor o de su gente cercana. 

Ahora solo nos queda estar expectantes para ver que rumbo toman los acontecimientos. En el Perú que se proyecte hacia el futuro, parece mentira pero dos nombres están llamados a cerrar un capítulo infausto de nuestra historia. El solo hecho de atreverse a hacerlo de la mejor manera posible, intentando escribir el colofón del mismo con audacia, valentía y humildad, les habrá de reservar un lugar dentro de los hechos trascendentales de la historia republicana de los albores del bicentenario de su independencia. Para bien o para mal las últimas notas biográficas los encontrará entrelazados en sus nombres: Alberto Fujimori y Pedro Pablo Kutzynski. Y para coincidencias, muy muy contemporáneos, Fujimori de julio de 1938 y PPK de octubre de 1938. Respeto para los viejos.


Escrito por

Julio Andre Checa

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Publicado en

Rigor y monerías

Análisis y comentarios con énfasis en temas políticos, culturales, deportivos y del día a día.