No pretendemos aguarle la fiesta al flamante presidente por relevo del renunciante PPK, pero nos parece correcto indicar que todos los méritos de Vizcarra como Gobernador de la Región Moquegua pueden ser enteramente válidos pero resultar insuficientes para esperar que se repliquen sin más ni más en un escenario inmensamente mayor como el Perú en su conjunto.

Es que los índices de comparación son tan distintos como la Torre Eiffel con un castillo de fuegos artificiales de un pueblito cualquiera. Si comparamos la población de Moquegua con la del Perú, la primera resulta siendo un 0.6% de la segunda, es decir casi la mitad de UNO POR CIENTO. Y la extensión territorial de Moquegua es poco menos del UNO POR CIENTO de la del Perú.

Ojalá siquiera se tratara de establecer una posible relación entre diez faenas similares a las hechas en Moquegua, pero salpicadas en distintos ámbitos peruanos que incluyeran costa, sierra y selva: Ahí por lo menos tendríamos un pequeño retrato de lo que se podría esperar de la función de Vizcarra replicando esas muestras menores diseminadas, pero ahora a lo largo de todo el territorio. Como es obvio, replicar una muestrecita, como es el caso actual, pero ampliada de manera descomunal, no nos sugiere nada en tanto que ni siquiera se podría establecer dificultades logísticas no encontradas en la pequeña realidad de Moquegua. De alguna manera diez pequeñas realidades aleatorias ya nos podrían dar pautas de problemas distintos que proyectados adecuadamente nos permitirían hacer un pronósticos con más acercamiento que el se hace ahora sin mencionar la mar de imponderables que la relación actual no contempla.

En una metáfora burda bien podemos decir que es como si a partir de un pequeño kiosko de venta de butifarras y refrescos más postres, muy bien presentado, limpio y de manejo inmaculado, estamos sacando la conclusión de que el organizador ya está apto para implementar y manejar un gran restaurante de cinco tenedores, con una poderosa nómina de chefs profesionales, un sumiller de cartel, azafatas, etc. más mobiliario y equipo adecuado, todo de lujo. Puede parecer forzada la comparación pero, por favor, imaginen los que es un 0.6% respecto al 100%.

Ojalá que el dueño del kiosko no de la gran sorpresa y nos demuestre que el gran restaurante de lujo le calza a la perfección.