Se les dijo en todas las formas, pero ellos embriagados de soberbia siguieron haciendo tabla rasa de todo aquello que signifique legalidad y buenas prácticas. Derribaron un presidente elegido por el voto popular, defendieron su prerrogativa de mayoría abusiva originada por un perverso sistema que permitió que el 33% de votos asumiera más del 55% de las curules, se zurraron en los reglamentos y en las leyes que reclamaban sanciones severas para la gente de su bancada que había cometido serias infracciones que merecían castigo sin ninguna duda, practicaron el deporte absurdo de traerse abajo a varios ministros propiciando crisis abusivas, se arrogaron derechos de gasto donde no los tienen, etc.

Los dos presidentes que pasarán a la triste historia de este infausto periodo quedan registrados con letras de lata oxidada: Luz Salgado y Luis Galarreta. Pero los miembros de las demás bancadas también tendrán que compartir las consecuencias del pésimo desempeño congresal que ha llevado a su institución a tener en la ciudadanía la percepción del peor congreso de la república.

En el último aleteo del cuervo moribundo, aún pretenden tener participación en esta etapa de reestructuración del PJ, cuando solamente les corresponde aprobar la disolución del CNM cuyos miembros han puesto sus cargos a su disposición. ¿A estas alturas aún esperan que el presidente de la república no disuelva el congreso? ¡Vizcarra tiene que hacerlo, su mano lo único que hará es acompañar a la mano del congreso clavando en su vientre el puñal del harakiri! 

Esta revolución no la detiene nada. Está demás que cualquier grupo político intente sacar provecho de esta situación. ¡Carajo! La nación no permitirá que nadie pretenda aprovecharse de una situación tan crítica para llevar agua a sus molinos. Es la patria, es el pueblo libre de ataduras o consignas el que protesta e intenta cambiar la dirección de su destino arrastrada hacia el abismo por la estupidez e insensibilidad de tanto renacuajo encaramado en las lides políticas para medrar haciendo algo que no saben hacer por medios decentes: ganar plata.

Casi no quedará títere con cabeza en esta purga que se viene, pues aparte del CNM y el congreso, también está sentenciado Duberlí Rodriguez a quien el pueblo señala como uno más dentro de la mafia. Aparte deberá hacerse una limpieza general en los medios de comunicación si es que quieren seguir vigentes después de la purga, y cuyos nombres saltan solos porque sus bajos intereses se asoman desde la telaraña de sus escritos y de sus palabras en sus intentos de mantener el status quo. Si todo sale bien muy pronto desaparecerán de las marquesinas de la agenda política nombres como Becerril, Mulder, Salaverry, Letona, Mamani, Alcorta, Bartra y muchos otros que perteneciendo a otras tiendas no ocultan su verdadero interés meramente personal.

Y en el ámbito periodístico hay toda una cofradía que se alinea detrás de la defensa del formalismo, que no es otra cosa que la defensa de la mafia imperante. Dos de esas cabezas visibles que lamentablemente han sentado sus reales en un diario que nació lozano y fresco gracias a la labor de Alvarez Rodrich, "Perú 21", son el impronunciable alditus y doña Mariella Balbi , además de un grupo bastante identificable salpicado en otros medios y muchos más en los programas informativos de la televisión. La salud cultural de la nación agradecerá la desaparición de toda esta gentuza de las carteleras noticiosas y comentaristas del nuevo Perú, "la tierra en barbecho".