Todo es según el color del cristal con que se mire
Sin embargo, hay que revisar la conocida sentencia
La famosa cuarteta de Campoamor devenida en refrán "todo es según el color del cristal con que se mire" , a juzgar por noticias del mundo científico ahora puede tener una connotación distinta, tanto como las teorías que se enarbolan actualmente respecto a las características del cerebro humano.
Siempre se pensó y así se divulgó que el cerebro humano evoluciona por las percepciones que recibe del exterior a través de los órganos sensoriales. Sin embargo, recientes estudios que se vienen efectuando hace ya regular tiempo han permitido estructurar nuevas teorías que son tan revolucionarias cómo que vienen a la caza de sucesos que parecieran ser propios de ciencia ficción.
En este punto hay muchos investigadores que presumen que el cerebro no procesa lo que puede observar y apreciar hacia afuera, sino que, contrario sensu, es este órgano principal del ser y su conciencia el que elabora la visión que tiene del mundo, de modo que más bien dentro de uno se estructura todo el entendimiento de lo que pasa afuera, condicionándolo exclusivamente a lo que uno quiere ver y apreciar.
En el fondo no cambiaría el sentido del refrán y "el color del cristal con que se mire" , solo que ese cristal no estaría sujeto a los intereses e intenciones que uno haya acumulado de sus experiencias vividas, sino que esos detalles se han volcado a su manera de ser porque así se lo ordena el cerebro. ¿Por qué? Porque es su manera de ver la vida.
Sin embargo no podríamos soslayar que las vivencias también hayan retroalimentado las funciones de su cerebro, pues, por ejemplo, si llega configurado sin conocer lo que espera obtener del robo, primero deberá aprenderlo y luego aplicarlo, simplemente porque su cerebro no puede ordenar otra cosa debido a que su configuración es esa.
En resumen, si la estructura cerebral viene "de fábrica" predispuesta al delito, no podría evitarlo a menos que la ciencia avance en este campo de investigación para alinear a todos los cerebros del mundo en un único grupo de proceder bien, entendido esto como lo que la moral y la ética nos aconsejan.
Mientras tanto, la vida y sus múltiples avatares con situaciones tan aberrantes como las que atravesamos, tendremos que aprender a enfrentarla, pues no podremos esperar que un cerebro mal conformado actúe de otra manera, siendo así que todo el tiempo le estará indicando al individuo la ruta equivocada.
De allí que no nos debe llamar la atención que aquellas personas a las que señalamos como poseedoras de cabeza de chorlito estén todo el tiempo buscando la manera la hacer la interpretación auténtica de tal o cual ley, como aquella que está predicando que el referéndum no es de propiedad de una persona (?) .Si en ella funciona la nueva teoría del cerebro que mira al mundo de manera distinta, es obvio que no entienda que si una persona o un grupo humano o una institución promueve un referéndum no se hace dueño del mismo porque el único dueño es el grupo social que se somete al referéndum, y su pronunciamiento será lo único que podrá juzgar si se hizo bien o mal con la consulta ciudadana.
En general es interesante encontrarse con nuevos desafíos en el desarrollo de la vida. Si las conclusiones finales señalan las modificaciones que tendrán que perseguirse en el desarrollo de la humanidad rumbo a alcanzar el justo equilibrio y la dignidad humana en toda su extensión, generaciones venideras serán las herederas de los inmensos avances que todo esto traerá, para felicidad del mundo del futuro proyectado a miles de millones de años, con cambios tan dramáticos que nuestra mente actual no alcanza a colegir, siendo uno de ellos, y ni siquiera el mayor, el viaje de nuestra especie humana por todo el cosmos en su papel de mensajero de las experiencias alcanzadas en nuestro pequeño globito de ensayo (el planeta tierra) y los resultados venturosos que permitan algún día que otros seres en proceso de evolución corten camino gracias a las enseñanzas que nuestra especie humana pueda transmitir o intercambiar con aquellos habitantes intergalácticos que seguramente nos estarán esperando en algún punto del universo.
Para eso es necesario que nuestra especie se ponga las pilas y aprenda a pensar con sentido positivo y dinámico, y no se quede en el hoy y en la inmovilidad.