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La ocurrencia de Gareca

Raspando salvó la cabellera

Publicado: 2018-10-16

Los jugadores de recambio son para hacerlos ingresar en el momento que se les requiere, y en un partido oficial hasta un máximo de tres. Esto no quiere decir que al inicio de un partido no puedan utilizarse más, y hasta un equipo completo con esos jugadores si hay algo que lo justifique. Pero en el proceso actual, y tomando en cuenta lo importante que son los resultados por ahora, resulta muy jalado de los cabellos iniciar un partido con más de la mitad del equipo compuesta por jugadores de recambio.

Claro que se nota que Gareca quiso ver su rendimiento desde el comienzo del partido, pero debió tomar en cuenta que el equipo que venía destacando a nivel mundial (porque esa es la verdad, de acuerdo con las críticas) lo hacía porque se había amoldado al juego colectivo producto de la asiduidad de encontrarse jugando juntos. Hacerlo como se hizo arriesgaba mucho la fortaleza que el equipo venía mostrando, y en realidad así fue.

Lo aconsejable debió haber sido el inicio con el equipo ya consolidado, con un máximo de dos jugadores de recambio. Eso habría asegurado el desempeño coherente con el prestigio ganado, aunque no puede achacarse a los jugadores reservistas las deficiencias mostradas en el juego. Los nervios de los jugadores de recambio, más aún con el hecho de aparentar estar siendo sometidos a una prueba de fuego, hizo que el equipo fuera un remedo del cuadro importante que el Perú nos estaba acostumbrando a seguir con incondicionalidad total.

Cierto, el empate salvó la cabellera del entrenador pero el sabor no ha sido el mejor. Aunque el mejor jugador del equipo resultó siendo Andy Polo que le puso desde el comienzo la entrega que sus ansias de triunfar le imponía, en el repaso jugador por jugador la mayoría calificó como deficiente o solamente aceptable. Tuvo que ingresar Yotún para mostrar su condición de peso pesado, para que el equipo encontrara la brújula. Y otros jugadores que aprobaron el exámen fueron el orejas Flores, con gol incluído, la pulga Ruidíaz con su movilidad constante, Reyna bastante empeñoso, Aquino con su garra inmensa y el capitán Ramos solvente como siempre. Pero Carvallo sin transmitir confianza, Callens muy discreto, Advíncula excesivamente sobrador (¿qué le pasó?), Loyola jugando siempre la bola hacia atrás, Tapia, Peña y Hurtado muy inseguros en la entrega y en la anticipación, desdibujaron al Perú actual con una actuación fruto de la presión de mandarlos a la cancha sin el respaldo del armado principal de la selección, es decir, sin su columna vertebral, léase Gallese, Santamaría, Trauco, Cueva y Carrillo.

En fin, ya pasó esta ocurrencia de Gareca. Este tipo de libertades se la da su campaña y el respaldo que tiene de la afición peruana, pero ojalá no abuse de experimentos raros y se avoque a pulir nuestros pocos defectos para consolidar el gran equipo que los peruanos queremos tener.


Escrito por

Julio Andre Checa

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Rigor y monerías

Análisis y comentarios con énfasis en temas políticos, culturales, deportivos y del día a día.