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Una dolorosa caída que puede ser útil

De una vez por todas se hace necesario bajar los humos

Publicado: 2019-06-23

Esto no es nuevo ni mucho menos en la historia de nuestro fútbol, y está ligado sin duda a nuestra propia idiosincrasia, porque nos responsabiliza a todos, dirigentes, cuerpo técnico, jugadores, prensa y público en general.

Nos hemos acostumbrados a ser excelentes, muy buenos, buenos, regulares, malos, recontra malos y descartables, según como haya amanecido el día y las vibras. Es necesario de una vez por todas buscar aquello que es la principal falla de nuestros equipos, sobre todo de la selección, pues los equipos de clubes no tendrán remedio nunca a menos que se establezcan nuevos manejos y eso, por lo visto, es pedir peras al olmo. Y esa falla principal es la falta de regularidad.

Antes que todo, la dirección técnica debe meterles en la cabeza a los jugadores la necesidad perentoria, de ser antes que nada constantes en su rendimiento, y este tiene que ser de calidad superior. Y tiene que ser así y poderse, porque un equipo no rinde excepcionalmente un partido superlativo si no tiene condiciones para hacerlo, y si tiene esas condiciones no hay motivo para que no lo haga regularmente.

El jugador peruano y la afición en general tiene un fantasma metido en el cerebro, y ese es la admiración sin límites por el juego brasileño, al que le rinde una pleitesía que ni siquiera su propia afición se la dispensa. Desde que emite opinión de admiración desmedida por la auriverde, sin advertir que en el mundo no existe esa devoción, pues equipos como Venezuela, Chile, Ecuador, sin mencionar a todos los europeos se le paran enfrente sin complejo alguno, ya entramos a la cancha con goles mentales en contra, y eso juega en los nuestros de una manera desastrosa. Eso indica que este problema necesita un tratamiento psicológico a fondo.

Otro problema es el conformismo, eso de ganar como sea, aunque sea de penal, no refuerza la autoestima de nuestro fútbol: a la cancha se entra a arrasar, se arriesga y se busca meter todos los goles posibles, porque el respeto ajeno se gana sobre  todo en base al miedo que se consigue meterle a los rivales debido a un nivel que es reconocido como una cosa permanente y no como un chispazo por aquí y otro por allá.

Nuestro equipo y su dirigencia debe entender que lo fundamental es conseguir eso, la producción constante en nivel superior. Eso no quita ni mucho menos la posibilidad de un tropiezo en algún momento, todas las grandes potencias lo tienen, pero son potencias porque mantienen su línea a pesar de esas caídas. Brasil cayó en su mundial ante Alemania por 7 a 1, pero sigue siendo Brasil, Alemania cayó en primera ronda en Rusia, pero sigue siendo Alemania. En la Sub 21 mundial, España acaba de hacerle 5 a 0 a Polonia (lo mismo que nos ha hecho Brasil), pero ¿alguien cree que se le acaba el mundo a Polonia?

Y por otra parte, hay defectos que se ven desde fuera como por ejemplo esas demoras y dudas en los despejes por parte de Gallese. ¿Gareca o alguien del cuerpo técnico no le ha hecho ver la necesidad de iniciar rápidos los contragolpes del equipo, sacando presto con la mano o con el pie a los jugadores pre señalados para la recepción? Es una tontería esperar que el equipo nuestro se acomode para recibir el balón porque eso lo aprovecha el equipo contrario que en ese momento se encuentra más desacomodado. Eso que le pasó a Gallese ya se veía venir desde tiempo atrás.

Es evidente que a los jugadores cuajados no se les puede enseñar a estas alturas a manejar la pelota, pero si se les debe incidir en corregir los errores que se ven desde fuera, y que son bien aprovechados por el rival. No olvidemos nunca, por favor, que la confianza del equipo se acrecienta con los resultados positivos, y si estos son demoledores mucho mejor, porque parte de esa seguridad nos la da la inseguridad del equipo contrario. ¿O nadie se ha dado cuenta de que Brasil se la encontró recontra fácil a raíz de las fallas de los nuestros?  Es decir, la buena estrategia en el fútbol consiste en lograr el afiatamiento de nuestro conjunto y el desconcierto del equipo contrario.

A ver si esta vez tomamos al toro por las astas y nos dejamos de excusas para ponerle mucha más atención a la corrección y a la insistencia de la necesidad de incrementar la responsabilidad y dedicación de nuestros jugadores para que, mediante la elevación de su rendimiento, encontremos los resultados que esperamos y que necesitamos, haciéndoles ver que ellos son los mas beneficiados con ello porque su cotización por fin alcanzará los niveles de los buenos jugadores de otras latitudes.

De modo, pues, que a ver si en esta oportunidad guardamos los llantos y los quejidos para mejor ocasión, y nos ponemos de una vez los uniformes de hombres o de mujeres futbolistas, según se trate de equipos masculinos o femeninos, que estos también van a tener que transitar dentro de muy poco por estos terrenos pedregosos de la fiera competitividad actual.




Escrito por

Julio Andre Checa

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Publicado en

Rigor y monerías

Análisis y comentarios con énfasis en temas políticos, culturales, deportivos y del día a día.