El cuento del "populismo" ya está muy manido, tan venido a menos como el recurso de llamar "caviares" a los opositores del establishment  . Los representantes de la llamada derecha sacan lustre a su reconocida situación de BRUTA Y ACHORADA cuando no sabe decir otra cosa más que repetir su monserga por aquello de di y repite que algo queda.

Lo que pasa es que además están desconectados con el tiempo presente, porque creen que la gente a estas alturas puede seguir siendo manipulada como antaño. No es así, las redes sociales son ahora el principal vehículo de ilustración y convencimiento para que las nuevas generaciones se orienten con más facilidad, porque en este ámbito lo que sobran son líderes de opinión, mientras que los vetustos y obsoletos siguen con su discurso trasnochado y propio del siglo XIX.

Es así que apelan a argumentos deleznables en su afán de minimizar al pueblo en su afán de cambios. Cuando uno escucha a aquellos que alegan que, si bien es cierto que el 74% apoya el adelanto de elecciones, hay un respetable 26% que está en contra, lo lógico es preguntarse quienes componen ese 26%.  Bueno pues, señores, ¿nos podrían decir en que ubicación están los corruptos, los partidarios del satuo quo inmodificable, los delincuentes comunes, los traferos, los estafadores, los narcotraficantes, los que tienen rabo de paja?

Les puedo asegurar que ni uno solo de esas características está en el grupo de los que quieren adelanto de elecciones y cambio total en todas las instancias del estado, con prioridad en el congreso y en el poder judicial. De modo que esa parte respetable del pueblo a la que se le asigna el 26%, está super contaminada dado que la porción corrupta de nuestra sociedad, según todos los indicios, en muy numerosa y con seguridad alcanza los dos dígitos, de donde resulta que los que ponen sus "buenos oficios" para que se halle una solución armónica que no modifique nada, están revueltos dentro de esta terrible resistencia al cambio, y es porque los parásitos viven muy bien dentro de la inmundicia.

¿Tendrán un argumento en contra de esto que se señala aquí? Porque es difícil creer que se atrevan a señalar que esa gente de mala conducta pertenece al 74% de los que quieren el cambio. ¡A quien se le va a ocurrir la peregrina idea de intentar sustentar que la gente que medra dentro de una forma de vida corrompida porque no conoce otra, va a abogar por un cambio! No, no, no hay forma de sustentar una falacia así, y todo el pueblo que está con Vizcarra lo entiende muy bien.

Esta simple deducción trae por tierra todos los alegatos en contrario. Los que están en contra defienden algo que solo los "favorece" a ellos, pero el pueblo mayoritariamente lucha por cambios cuyos efectos reales se extiendan a toda la sociedad. Los que voluntariamente se han incorporado a dar la contra, muestran además su cinismo e hipocresía a ultranza, cuando alegan que lo hacen en defensa del orden establecido que es lo único que asegura prosperidad y felicidad al pueblo. Si cuñau, mejor cállate la boca que en silencio se te ve más bonito.